Julio es el mes de la Virgen del Carmen: Soy la más pequeña

Soy la más pequeña, sin duda, pero Dios me ha mirado, y yo grito mi alegría. Comparto la pobreza de mi pueblo, el pequeño Israel, “su siervo”, pero él con su misericordia me ha mirado, y yo desbordo de gozo como en el día de boda, y proclamo con fuerza la belleza de su amor.
Abro mi ventana cada día y sé que mis flechas alcanzan al Santo. El que es Poderoso, a la más pequeña, para lucirse en sus obras, para lucir su misericordia, maravillas de su amor.
Todos me llamarán dichosa, pero es cosa de su amor. Y anuncio que hay motivos de alegría para todos, porque la misericordia de Dios no tiene límites.
Mañana todo puede cambiar: los que se recuestan orgullosos en sus poltronas rodarán por el suelo, despreciados y olvidados, en cambio los humildes y sencillos serán ensalzados.
Algún día, así está escrito, los hambrientos y mendigos se sentarán en el banquete del Reino, y los avarientos, especuladores, mendigarán una migaja de cariño.
Mañana, yo lo espero, las promesas de Dios se cumplirán, como en tiempo de los padres, que su misericordia no se agota. Y nos bendecirá de nuevo, y nos visitará de nuevo, y se quedará ya con nosotros para siempre
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